Logo
Logo
img

Marilin Irma Chávez Santiago, Luna, 3er. lugar

Concurso "¡Feliz cumpleaños, Parícutin!"
2024 Febrero 13
6 de febrero del 2023, Caltzontzin, Michoacán
  
Hola querido y apreciado volcán, el volcán más joven de nuestro continente y una de las mejores maravillas de nuestro hermoso pueblo. 
  
Es un verdadero gusto para mí poder saludarte y recordar algunos momentos juntos.
  
Me llena de orgullo poder escribirte estas líneas con motivo de tu cumpleaños número 80. Sé que no es fácil llegar a esta edad y permanecer tan intacto y joven como lo has hecho ya que, con esta sociedad que nos rodea actualmente, es difícil conservarte y cuidarte.
  
Agradezco infinitamente esta oportunidad que se me da de expresar mis sentimientos hacia ti. Aunque muchas personas, paisajes y cosas se pierden, se apagan como tú lo has hecho, quiero que sepas que para mí estás vivo, porque eres un legado, el mejor legado que me ha dejado mi bisabuelo. Aquel hombre fuerte como un roble que cada que tenía la oportunidad me contaba tu historia de nacimiento; de cómo la tierra se movía constantemente y, de repente, su milpa se abrió y por ahí salían tus llamaradas de fuego como las de un dragón enojado acompañadas de humo y una gran lluvia de arena fina. 
  
Él me platicaba que, en ese tiempo, rara vez veía la estrella mayor, el sol; de cómo los hiciste cambiar de lugar de residencia, pero no cambiar sus raíces de Parícutin. Y sí, de ahí, de esos fascinantes relatos, te fui tomando cariño y ganas de conocerte. 
  
Cuando por fin llegó el momento, no cabía de la impresión al verte y sentirte. Sentimientos encontrados, ya que esa personita especial ya no estaba a mi lado. En mi cabeza sólo quedaban los recuerdos de narraciones impactantes.
  
Sin embargo, al fin había llegado el momento de conocer a tan impresionante volcán. Por un lado, me dabas miedo, porque sabía de tu espectacular poder que, yo de niña, temía que volviera a despertar con gran furia, que es característica tuya, encontrándome en el andar con esas fumarolas que me producían angustia al pensar que volverías a explotar, con ese poder con el que habías desterrado a tus hijos; por otro, sentía orgullo al estar sobre ti e ir avanzando a paso firme, aunque retrocediendo dos a causa de tus filosas piedras, que me regresaban como si quisieras que nos postráramos ante ti, sudando la gota gorda para poder llegar a tu cima y admirar lo que con tu fuerza has creado.
  
Parícutin, quiero que sepas que, aunque estés apagado, debes de sentirte más vivo que nunca y celebrar junto con todos tus hijos que estas llegando a los 80 años de tu existencia, inactivo, pero más vivo que nunca.
  
Me he criado contigo: cada paseo familiar, cada navidad, cada año nuevo, cada celebración al lado tuyo, el lugar al que podía visitar sin miedo a contagiarme de covid. Has sido parte de mí, de mis historias y anécdotas, anécdotas que aún me quedan por contar a tu lado. Aventuras tan graciosas junto a ti, como el día que me arrebataste mi zapato cuando me disponía a bajar por tu tobogán de ceniza y que, por más que busqué y busqué, desesperadamente mi tan útil prenda en ese momento, tú, Parícutin, no me la quisiste devolver. Ahora, suelto carcajadas por ese bochornoso momento, pero en aquel tiempo ¡era una angustia!
  
Ahora, cada año llevo a mis hijos a conocerte, a que te disfruten y que desde tu cráter admiren lo que creaste; a que jueguen contigo y siempre les digo: ?Amárrense fuerte los zapatos, porque el volcán es muy travieso y se los va a quitar?. Quizás el zapato no les ha tocado, pero sí bajar por tu resbaladilla, donde los agarraste y rodaron y rodaron como una barrilla que en lugar de pasto juntaban arena en sus zapatos y cuerpo.
  
Por eso te quiero dar las gracias: por formar parte de mi familia, de mi pueblo, de mi cultura, de mi legado y quiero decirte que ya no siento miedo al explorarte. Sobre todo, quiero decirte que estoy muy orgullosa de ti.
  
Me despido esperando que estas líneas nos sirvan para recordar, emocionar y animar a los demás a conocerte, prometiéndote que seguiré contando estas hermosas historias para que siga el legado. Hasta pronto, espero que nos podamos volver a encontrar en estos próximos días, no sin antes desearte el mejor de tus cumpleaños y pidiendo por ti, porque te sigamos cuidando como hasta ahora, para que sigas siendo ese atractivo Volcán Parícutin, el que fue compasivo por haber dejado el atrio del templo intacto y avivar la fe de tus hijos, los hijos del volcán.
  
¡Felicidades, feliz cumpleaños, Parícutin!
    
Te quiere, Luna.