Logo
Logo
img

Llamada

Cuento de Norma Frida Ibarra Martínez
2023 Octubre 23
Piiip, piiip, piiip. Está sucediendo de nuevo, no lo entiendo. Se supone que estaba bajo control. ¡Ven rápido, por favor! Al terminar la llamada, Dante corrió a esconderse dentro del closet. Llevaba dos años en remisión, cuatro visitando a su psicólogo actual, ocho desde que empezó a ?coleccionar? especialistas. Después del diagnóstico, todo resultó más fácil. Reguló sus hábitos de sueño, encontraron la medicina que mejor se adaptó a él, terapia regular. Consiguió dominar su mente.
  
Pese a sus esfuerzos, aún conserva el recuerdo nítido de su primera crisis. Ahora, dentro de ese espacio, de uno por uno lleno de ropa que le da en la cara, resulta imposible pensar en otra cosa. Intenta concentrarse en su respiración. Mantiene los ojos cerrados, pero la luz entre las rendijas logra traspasar sus párpados. Logra identificar las mismas sombras de hace ocho años. Déjà vu.
  
Deberías estar aquí, deberías estar aquí. Este no es tu mundo, nunca has encajado y nunca lo harás. Risas. Gotas caen de su frente a sus pies. Risas. Chirridos del lado derecho, la voz del izquierdo. Ya no somos de aquí. Dante aprieta cuerpo hasta eliminar su 1.80 de altura y convertirse en un bulto de apenas un metro. Espasmos acorralan sus extremidades. 
  
La sensación de un hilo jalándolo lo estremece abriendo el telón para el gruñido cálido detrás de su nuca. Consuela su mente: No es real. Nunca lo fue. Sólo debe ver más allá de las sombras, sólo eso. 
  
Siempre has sido nuestro, tú y los tuyos. De vuelta las pezuñas, aquellas que aseguraba un recuerdo lejano. Cada vez más cerca, aumentando a la par el ritmo de su llanto. Pierde la fuerza de sus músculos, no puede respirar. Risas. No hay pastillas suficientes para alejarte de nosotros. No te sorprendas, sabes dónde perteneces. Dante escucha la puerta del departamento abrirse al fin. Sofía, el amor de su vida está aquí. Los refuerzos llegaron, solo debe encontrar fuerza para salir. Abre los ojos, se levanta y siente cómo se desvanece. Un chillido en el oído. Negro.
  
Sofía corre al cuarto tan rápido como el embarazo le permite. Todo está regado. El jadeo le indica dónde está Dante, podría jurar que siente la respiración del chico en la cara. Abre el closet. Un charco evaporándose. La puerta está astillada. Humo disipándose. La ausencia de Dante.