Noche de difuntos
Pasaba las vacaciones en el rancho de mi abuelito. Mis compañeros de juegos fueron niños totonacas. Los recuerdo con cariño, aunque se burlaran de mí, era el señorito de ciudad y tenía fama de cobarde. Ocurrió en la noche de los fieles difuntos, cuando los muertitos reciben permiso para visitar a sus seres queridos.